Un post explosivo diría yo, o algo por el estilo, es lo que están empezando a leer. Porque decidí variar un poquito el contenido de mi blog, voy a hablarles de la nitroglicerina, que se relaciona mucho con lo que yo estoy estudiando. Además, de la nitroglicerina deriva la dinamita por lo que voy a hablar de eso también.
La nitroglicerina es un éster orgánico que se obtiene mezclando ácido nítrico (HNO3), ácido sulfúrico (H2SO4) y glicerina (C3H8O3), posee una densidad de 1.6 gramos/cm3 a una temperatura de 15°C. El nombre dado por la IUPAC (International Union of Pure and Applied Chemistry) es 1, 2, 3-trinitropropano, posee un punto de fusión de 13.2°C y un punto de ebullición de entre 50°C y 60°C.
La nitroglicerina fue descubierta por Ascanio Sobrero (1812-1888), un médico y químico italiano, que se encontraba trabajando en un laboratorio de la capital francesa, París, sobre las propiedades de algunos compuestos derivados del ácido nítrico para crear sustancias inestables y explosivas. La investigación era tan peligrosa, que en uno de los ensayos, en 1840, la cara de Sobrero quedó totalmente desfigurada. La combinación exacta había sido un éster del ácido nítrico y glicerina. Sin embargo los investigadores junto con Sobrero creyeron que lo que habían descubierto sería totalmente inútil ya que era imposible de manipular. Nada más lejos de la realidad, la nitroglicerina es altamente explosiva, sensible a cualquier movimiento y muy difícil de manipular.
A pesar de todas estas contras, Alfred Nobel (químico e inventor sueco) logró inventar una forma de hacer la nitroglicerina más manejable, manteniendo sus características altamente explosivas. Así, en 1875, nació la dinamita. El colodión era una sustancia que en aquella época se usaba para cubrir heridas, una especie de gelatina que Nobel usó para un dedo que se había cortado. Según contaba el mismo químico, se le ocurrió que esa sustancia podría mezclarse con la inestable nitroglicerina y obtener así una sustancia manejable y “segura”. Los biógrafos de Sobrero cuentan que, aunque Nobel siempre reconoció el papel pionero del italiano, éste siempre sufrió al ver en lo que se había convertido su descubrimiento: "cuando pienso en todas las víctimas causadas por las explosiones de nitroglicerina, en el terrible instrumento que hemos fabricado, me avergüenzo de adimitir que yo fui su descubridor". Además de crear la dinamita, Alfred Nobel logró conseguir gelignita y balistita (también conocida como pólvora sin humo) y patentó todos sus descubrimientos fundando fábricas en Estocolmo, Hamburgo, Nueva York y San Francisco. Así, Nobel se hizo de una riqueza importante, que luego de morir se estimó en 9 millones de de dólares, de los cuales otorgó a su familia apenas 28 mil dólares, y en su testamento se leyó que el resto serían destinados a premiar cada año a los mejores exponentes del mundo en Literatura, Medicina, Física, Química y Paz. Así, fueron creados también, los famosos “Premios Nobel”.
La nitroglicerina es hoy en día un explosivo común, y generalmente se mezcla con materiales inertes y porosos como el serrín. Al detonar, produce alrededor de 10.000 veces su propio volumen de gas. Es ocho veces más potente que la pólvora para masas iguales y trece veces más potente para volúmenes iguales.
Sin embargo, no todas las características de la nitroglicerina son desventajas. Un tiempo después, se logró comprobar que este compuesto, aplicado en pequeñas cantidades, era útil para la medicina haciendo el trabajo de vasodilatador y para combatir enfermedades como la angina de pecho, paradójicamente fue la enfermedad que causó la muerte del propio Alfred Nobel.
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