Sólo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, amigo mío, para saber cuan buena y hermosa es la vida. Vivid, pues, y sed dichosos, hijos queridos de mi corazón, y no olvidéis nunca que hasta el día en que Dios se digne descifrar el porvenir al hombre, toda la sabiduría humana estará resumida en dos palabras: ¡Confiar y esperar! "
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber alimentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar al mundo. Porque, pase lo que pase, nuestra esencia está intacta. Somos seres humanos llenos de pasión. La vida es desierto y es oasis; nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sopla en contra, la poderosa obra continúa. Tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños puede ser libre el hombre. No caigas en el peor de los errores, el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye. Valora la belleza de las cosas simples, se puede hacer poesía bella sobre las pequeñas cosas. No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridades. Piensa que en ti está el futuro, y encara la tarea con orgullo y sin miedo. Apren
de de quienes pueden enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron, de nuestros ¿poetas muertos?, te ayudan a caminar por la vida. La sociedad de hoy somos nosotros, los ¿poetas vivos? No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.
Una canción que me lleva al pasado. Traslada mi mente y mi alma a esos momentos imborrables.
Música que suena en mis oídos con la voz de otra persona, la voz del amor.
Tantas noches eternas que escuché esta melodía recitada por la dulce voz de esa mujer, que antes de dormir se acostaba a mi lado, me acariciaba el pelo y cantaba.
Perdido en las sábanas de mi cama yo dormía. Ella se iba a su cama una noche más, luego de haber sido la artista de mi noche. Una canción de cuna que no lo es, pero así era ella. Diferente a las demás.
Nada mejor que esto guardo conmigo, pequeños recuerdos a veces estúpidos que forjan así lo que ella me dejó. Y como dije alguna vez, ojalá pudiera sacar estas memorias y guardarlas en alguna cajita de cristal para tenerlas para siempre. Porque con el tiempo las cosas del pasado se van quedando en él, y así vamos olvidando lo que fue hermoso alguna vez. Yo, en esa cajita que guardo en mi mente, tengo cosas como estas, una canción, una caricia, una palabra, un momento.
De a poco, muy lentamente, voy olvidando su voz pero no su esencia. La esencia la guardo conmigo, esta siempre ahí y siempre lo estará. Porque en algún punto yo soy ella y ella fue yo.
Esa mujer lo fue todo.
"Se queda mirando las vías vacías, la luz que se pierde del tren que pasó"