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domingo, 26 de octubre de 2008

El Conde de Montecristo (Review)


Biografía del autor:

El Conde de MonteCristo fue escrito en el año 1845 por el autor francés Alejandro Dumas padre, nacido en Villers-Cotterêts (Aisne), al norte de París, el 24 de Julio de 1802. Cuando joven, fue pasante de un notario y secretario del duque de Orleáns. Se dedicó a estudiar historia; la misma en la que se basaría para crear gran parte de su obra. Ya con 27 años de edad, Dumas se había convertido en un gran escritor, para luego entrar en el campo de la política donde apoyaría la revolución que fracasaría; por ello tuvo que escapar hacia Bélgica. Tuvo un hijo fruto de su romance con María Catalina Lebay, que se llamó Alejandro quien se dedicó a la literatura al igual que su padre.
Alejandro Dumas padre escribió una gran cantidad de volúmenes entre los que se encuentran novelas, memorias, piezas teatrales, entre otras. Sus títulos más renombrados son “Los tres mosqueteros”, “Los mohicanos de París”, “El Tulipán Negro” y “El Conde de MonteCristo” que fue su obra cumbre. Dumas murió el 5 de Diciembre de 1870 a los 68 años edad.

Contexto Histórico:

La historia de “El Conde de MonteCristo” se sitúa en el año 1814 aproximadamente, cuando Napoleón Bonaparte es exiliado en la isla de Elba tras haber invadido Rusia durante el invierno y haber perdido gran parte de su ejército. Luego de que Napoleón abdicara en su cargo como emperador francés y se embarcase hacia Elba, retornó la monarquía bajo el mandato del Rey Luis XVIII quien durante su ejercicio en el poder, pretendió eliminar toda influencia napoleónica que hubiese quedado en el territorio. Además, luego de un tiempo, comenzó a recorrer el rumor en Francia de un posible desembarco de Napoleón en el país. Por ello, Luis XVIII, ante cualquier signo de apoyo a Bonaparte, encarcelaba a las personas sin juicio alguno.

Argumento:

La novela de Dumas relata la historia de un joven marinero marsellés llamado Edmundo Dantés a quien, durante uno de sus viajes, el moribundo capitán Leclére (Bonapartista) le encargó desembarcar en la isla de Elba para entregar una carta al mariscal Bertrand. En la isla, habló con Napoleón quien le pidió que entregase una carta a un hombre francés.
Tras arribar nuevamente a Francia, el dueño de la compañía de navíos, el señor Morrel, ofreció a Edmundo el cargo de capitán del barco ya que el anterior había muerto. Sin embargo, había otro integrante de la tripulación que aspiraba a ese puesto: Danglars.
Edmundo Dantés estaba pronto a casarse con su novia Mercedes Herrera, ellos se amaban perdidamente y se casarían en pocos días. A pesar de ello, había otro enamorado de Mercedes, a quien la mujer amaba como a un primo: Fernando Mondego.
Ambos hombres (Fernando y Danglars) odiaban a Edmundo Dantés, cada uno por sus pretensiones. Por ello, Danglars propuso a Fernando (estaba en un bar borracho) acusar a Dantés de agente bonapartista para que fuese encarcelado y así lo hicieron. Llevaron una carta a Villefort, que era el procurador del rey, donde afirmaban que Dantés estaba involucrado en el retorno de Napoleón a Francia. Villefort convocó a Dantés a su despacho y tras un interrogatorio el marinero entregó al procurador del rey una carta. Tras leerla, Villefort supo que Dantés era inocente, pero al darse cuenta de que la carta sobre la conspiración napoleónica era para su propio padre, la quemó y mandó a encarcelar a Dantés el día mismo de su boda.
Edmundo Dantés es encarcelado en el Castillo de If durante un largo tiempo. Abandonado en el castillo, Edmundo envejece, se hace débil puesto que el alimento era escaso y llega al punto de intentar suicidarse. Sin embargo, oye ruidos de un prisionero vecino quien estaba cavando un túnel. Al ver esperanzas en ello, Edmundo también comienza a cavar hasta encontrarse con su prisionero vecino: el abate Faria. Este hombre era considerado un loco y nadie creía lo que decía. A pesar de ello, con el pasar de los años el abate le transmite su sabiduría a Edmundo y además le revela un gran secreto: un tesoro escondido en la isla de MonteCristo. Mientras planeaban el escape a través de la continuación del túnel, el abate murió de una enfermedad y Edmundo quedó solo. Sin embargo, Dantés se hace pasar por el muerto, es sacado del castillo dentro de un saco y luego es arrojado al mar, donde logra librarse del saco para luego ser encontrado por un buque contrabandista cuya tripulación lo llevó hasta la isla de MonteCristo. Allí Edmundo encuentra el tesoro que el abate le había indicado y retorna a Francia bajo el pseudónimo de Conde de MonteCristo, para vengarse de aquellas personas que lo traicionaron veintidós años atrás.

Tras retornar a Francia luego de haber encontrado el tesoro, MonteCristo no sólo cambió su nombre sino también tuvo dentro de sí una revolución psicológica que lo llevó de ser un joven inocente, idealista, a un hombre sombrío, reservado y posesivo.
Al arribar a Marsella, MonteCristo visita a un viejo vecino llamado Caderousse quien no lo reconoce porque Dantés está disfrazado de abate y haciéndose llamar abate Busoni. En ese encuentro, MonteCristo descubre lo que fue de aquellos quienes lo traicionaron: Fernando se convirtió en el Conde de Morcef y además se casó con Mercedes (la prometida de Edmundo Dantés) con quien tuvo un hijo, Alberto, Vizconde de Morcef. Danglars se transformó en Barón y en el banquero más rico de todo París. Mientras tanto, Villefort pasó a ser el Procurador del Rey, pero en París.
No sólo se entera de eso, sino también de lo que fue de su patrón Morrel, quien antes era un rico empresario naval. Sin embargo, su empresa está en bancarrota y Morrel piensa en suicidarse. Sus hijos Maximiliano y Julia están totalmente preocupados y no saben qué hacer. Para todo esto, aparece un hombre llamado Simbad el Marino (Edmundo Dantés bajo otro nombre), quien consuela a Julia, y entrega a la empresa Morrel un crédito que restituye su fortuna.
Luego de esto viaja a Italia donde conoce a Franz d’Epinay y a Alberto de Morcef. Éste último es secuestrado por unos bandidos que trabajan para Luigi Vampa, durante un festival en Roma, pero es salvado por MonteCristo y para devolver el favor, Alberto lo invita a París, entonces queda programada la visita de MonteCristo a París.
Dos meses después, Edmundo Dantés llega a París y causa una sensación terrible en la población por comprar terrenos, organizar lujosas fiestas y derrochar gran cantidad de fortunas. Construye falsas amistades con sus enemigos, quienes no lo reconocen, la única persona que lo reconoce la primera vez que lo ve es Mercedes. En base a estas amistades, MonteCristo comienza a planear su venganza hacia sus traidores.
El Conde logra obtener de Danglars un “crédito ilimitado” de seis millones de francos, y a su vez la bolsa comienza a caer y Danglars queda al borde de la bancarrota. Entonces, MonteCristo aprovecha esta situación para cobrar su crédito y destruir totalmente la fortuna del Barón.
Durante su época como militar, Fernando invadió un pueblo griego llamado Janina traicionando a Alí, bajá de dicho pueblo, padre de Haydeé. Haydeé es una esclava que compró MonteCristo en una feria, la joven griega había sido vendida por Fernando luego de asesinar a su padre. Fernando mantiene oculto esta historia de su pasado, pero el Conde lo tiene bien presente por ello manipula a Danglars para que investigue este pasado oscuro de Fernando. Finalmente, su historia termina siendo publicada en un diario de París y el conde de Morcef termina deshonrado al ser llevado a juicio. Allí, Haydeé testifica en su contra y Fernando es condenado a prisión. Sin embargo, se suicida tras ser abandonado por su mujer y su hijo.
Villefort vive junto a su hija Valentina (hija del primer matrimonio), su segunda esposa Eloísa, y Eduardo. Eloísa sabe que Valentina será la heredera de la fortuna de Villefort, pero pretende reclamarla para su hijo Eduardo. Sabiendo esto, MonteCristo entrega a la mujer un líquido capaz de curar a una persona con una gota, y de matar si es tomado en exceso. Con esto, Eloísa asesina al sirviente Barrois, a los suegros de Villefort de su primera esposa (Sainte-Mérans) e intenta matar a Valentina pero no lo logra. Mientras tanto, el Conde de MonteCristo atormenta a Villefort con su pasado oscuro: tuvo un hijo con la mujer de Danglars y lo enterraron en el fondo del patio de su casa en Auteuil (que fue comprada por el Conde). Sin embargo, dicho hijo fue rescatado y criado por Bertuccio, criado del Conde. Este hijo, una vez adulto pasa a llamarse Andrés Cavalcanti y se revela ante su padre Villefort cuando es arrestado por asesinar a Caderousse cuando intentaba robarle a MonteCristo. El procurador del Rey se entera que su mujer es quien envenenó a gran parte de su familia y se confronta con ella, quien entra en pánico y se suicida luego de matar a Eduardo, su hijo. Además MonteCristo revela su verdadera identidad a Villefort, quien se vuelve loco.
Finalmente, el plan comienza a desbordarse tras la muerte de gente inocente como Eduardo, y MonteCristo comienza a cuestionarse todo lo realizado. Por ello, decide suspender todas las acciones; Danglars escapa, y Edmundo Dantés queda saciado de venganza para ser feliz otra vez.

Influencia:

La obra de Alejandro Dumas está influenciada por algunas obras anteriores, y a su vez sirvió como influencia para posteriores escritos:
Dumas encontró en Las mil y una noches una noción romántica que ayudó a escribir esta historia. Un lazo más directo es que el nombre de Simbad el Marino fue extraído de esta obra. Otra gran influencia fue una experiencia propia junto al sobrino de Napoleón Bonaparte; juntos planearon un viaje de caza a la isla de Montecristo pero Dumas retornó a su casa prematuramente y pensó en Montecristo para el título de su novela, sin embargo no tenía trama alguna. Pero afortunadamente recordó un escrito que relataba la historia de un joven que era traicionado por sus amigos y encarcelado. Durante su encarcelamiento conoció a un loco que le reveló un tesoro, y luego de ser liberado fue en busca del mismo. El joven utilizó su riqueza para vengarse de sus viejos amigos.
Dumas tuvo también la influencia de la verdadera historia de Eugène François Vidocq.

El Conde de Montecristo sirvió como base para muchas otras obras como lo fueron: Noli Me Tangere y El Filibusterismo, ambas de José Rizal. También lo fueron La Pimpinela Escarlata, James Bond, Batman, El Zorro, entre otras.

Agu.

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