“¿Realmente quieren saber lo que pasó? ¿A quién podría importarle lo que pasó? Hay algo dandy en las historias de perdedores; en estos tiempos en los que el éxito es una obligación moral, las historias de perdedores guardan la nobleza de las cosas usadas. Cuarenta años alcanzan para que hasta nosotros lo hayamos olvidado: las fechas se humedecen, y los detalles adquieren una importancia inusitada.”
Así comienza Jorge Lanata su libro “Muertos de Amor” en el cual relata las vivencias de uno de los grandes “héroes” de los argentinos. ¿Por qué escribo “héroe”? Porque si vamos a lo puntual el guerrillero Ernesto Guevara poco y nada hizo por nuestra querida patria, ya que él luchó por la libertad de países de Centroamérica. Sin embargo, por esa misma razón hay preguntas que se hacen muchas personas a sí mismas. Es cierto, muchas personas, en su mayoría chicos, son las que compran su remera, su boina, se dejan la barba tal como el cantautor Kevin Johansen dice en una de sus letras “todos se dejan la barba y el pelo como él, pero no son como él” o “todos se compran la remerita del Che, sin saber quién fue”. Y por eso muchas veces nos preguntamos ¿Qué hizo el Che Guevara para que la gente lo idolatre de tal manera? ¿Será la ignorancia que acarrea la juventud que no sabe ni siquiera lo que hizo el Che?
Ernesto Guevara nació en la ciudad de Rosario (Santa Fe) en Junio de 1928 sólo de casualidad, ya que en un viaje a Buenos Aires el parto se adelantó y tuvieron que parar en Rosario para poder llevar a cabo el nacimiento en las debidas condiciones, lo que anticipaba que El Che tendría una con muchos viajes.
Estudió en la Facultad de Buenos Aires de Medicina, en la que se graduó como médico y ejerció como tal durante un tiempo acortado. Por sus problemas de asma, tenía que viajar a un lugar seco, donde no hubiese tanta humedad, trasladándose finalmente a Córdoba donde más tarde empezaría sus viajes por toda la Argentina y luego por el resto de Latinoamérica.
Así llegó a la isla de Cuba, donde posteriormente conocería a Fidel Castro y juntos liderarían la banda guerrillera que derrocó el gobierno militar de Batista. A pesar de que el comienzo fue frustrante, la revolución se pudo llevar a cabo. Las condiciones eran muy precarias, estaban en inferioridad tanto numérica como de armamento militar y condición de guerrilleros, por ello la lucha se hizo difícil. Esta victoria coronó a Castro y Guevara como los líderes indiscutidos de la revolución, aunque Castro tomaría el mando del país y nombraría al Che como su Ministro de Economía, haciendo que el argentino viajase a países como Rusia que estaban en conflicto con los Estados Unidos. Pasados algunos años, en los que también viajó a países de África como el Congo donde llevó a cabo una misión frustrada, el Che decidió seguir adelante prestando oposición a las dictaduras del resto de Latinoamérica. Así cayó en Bolivia, donde las condiciones, al igual que en Cuba, fueron penosas, sin embargo el Che siguió adelante con sus ideales socialistas y liberales lo que lo llevó a caer en la selva boliviana y morir como un guerrero, más precisamente en La Higuera. Luego de su muerte el Che fue fotografiado para algunos periódicos, donde se lo puede ver tirado con los brazos abiertos y las piernas juntas, la barba y el pelo muy largos y sucios lo que lo hace parecer mucho a la imagen de Jesús en la cruz. Por ello, ha recibido muchísimas comparaciones que han llevado a los fervientes católicos a juzgarlo por su forma de actuar y de pensar.
Ernesto Guevara, como todo personaje histórico tiene sus adherencias y sus oposiciones. Sin embargo las justificaciones que se dan por ambas tendencias generalmente carecen de algún sentido y más aun de conocimiento real de la historia. Para muchos, el Che fue un asesino, un terrorista o autoritario que sólo quería llegar al poder aunque para muchos otros la misma persona fue un líder, un héroe que llevó a Cubo a librarse del asedio de Estados Unidos, un ejemplo a seguir.
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