Sólo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, amigo mío, para saber cuan buena y hermosa es la vida. Vivid, pues, y sed dichosos, hijos queridos de mi corazón, y no olvidéis nunca que hasta el día en que Dios se digne descifrar el porvenir al hombre, toda la sabiduría humana estará resumida en dos palabras: ¡Confiar y esperar! "
Blogesfera
martes, 22 de mayo de 2012
Pasado
Y luego de un tiempo se reabren las hojas de ese viejo libro del pasado.
El olor añejo se percibe, se siente en las yemas de los dedos al pasar cada página, se ve en las manchas de las hojas.
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