Ni un lugar, ni la nada.
El loco no cuenta el tiempo.
El loco no sabe donde está.
Camina a paso lento,
se olvida del mundo, ni siquiera lo reconoce.
No entiende a la gente,
no la distingue.
Ellos lo miran y no lo ven,
sumidos en sus historias
ven el humo que sale de su boca,
lo señalan y murmuran.
No conoce la razón
o tal vez fue su corazón
el que se la robó una noche
sin acaso preguntar.
Y en un barco en altamar
fue donde despidió al mal
despojado de cordura
hundió su vida en el mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario